El viernes quedaron Jake, Nick, Estela y Violeta para ir al
cine y despedirse. Después de la película cenaron en casa de Violeta y Nick se
quedó a dormir.
Tras una noche de locura en la cama tocaba levantarse pronto
para coger el primer vuelo del día. Jake y Nick acompañaron a Estela y a
Violeta a coger el avión y ellos se fueron después a tomar unas cañas.
Cuando llegaron a su destino, al hotel, subieron a su
habitación y lo primero que hicieron fue tumbarse en la cama:
-¡Esto si que es vida!-Exclamó Violeta.
-Mañana debo ir a esta dirección para hablar con la sucursal
de mi trabajo aquí.-Explicó Estela mientras le mostraba un papel con una
dirección.
-¿Querrás que te acompañe?
-No hace falta, quedate por aquí disfrutando de la buena
vida.
-Genial, creo que me apuntaré al gimnasio, así hago algo.
-Y tienes buenas vistas.-Apuntó Estela y las dos sonrieron.
Violeta se apuntaría por su cuenta al gimnasio y apuntaría a
ambas a rutas turísticas que ofrecía el hotel. Decidió encargarse ella de eso
el lunes, ya que Estela debería ir a hablar con la sucursal.
El lunes a las diez Violeta se levantó y vió una nota encima
de la mesa: "Vio baja a desayunar que los cereales están buenísimos, y las
vistas también. Besos. Estela."
Violeta se vistió y bajó a desayunar, en el desayuno echó un
vistazo y encontró a un chico que al parecer se llamaba Matt. El chico parecía
vergonzoso y no dejaba de mirarla, ella se ruborizó y pensó que mejor era
dejarlo pasar sin darle importancia.
Al acabar de desayunar le llamaron al movil, salió fuera del
hotel a contestar la llamada:
-Violeta, soy Jake, estoy con Nick desayunando ¿Qué tal por
allí? Es que no consigo localizar a Estela.
-Estela está trabajando o algo así, todo lo demás perfecto.
-Dice Nick que qué tal los chicos de por allí.
-Pues bastante bien.-Los tres rieron.
-Bueno nosotros tenemos que ir a trabajar pasadlo bien y
dile a Estela que he llamado.
-Lo haré. Besos.
Mientras Violeta hablaba por teléfono Matt estaba fumando
fuera con unos amigos, pero entró en el hotel antes que ella. Matt era moreno,
alto, de ojos azules, algo tímido, y con miedo a hablar con las chicas, siempre
fumaba Marlboro que los guardaba en una cajita plateada en la cual ponía su
nombre.
Al rato Violeta bajó al gimnasio a inscribirse. Cuando llegó
sólo había personas mayores y unos amigos de Matt, a los cuales había visto con
él en el desayuno, que hablaban con una chica. La chica al ver a Violeta se
acercó a la entrada para saludar:
-Hola, me llamo Carolina, puedes llamarme Carol, llevo el
gimnasio ¿Qué querías?
-Hola, yo soy Violeta, soy nueva y quería inscribirme.
-Muy bien, rellena estos papeles y puedes empezar cuando
quieras.
Violeta sintió algo que no sabía expresar al ver a Carolina.
Era pelirroja y muy guapa llevaba un top cortito para hacer deporte que hacía
atractivo su cuerpo, también llevaba unos shorts que dejaban ver más de medio
culo, Carolina era delgada y parecía algo mayor que Violeta.
Violeta se sintió rara y decidió salir a dar un paseo por la
ciudad. Al volver al hotel se encontró con Carolina en el ascensor:
-Eres Violeta ¿verdad?
-Sí, pero puedes llamarme Vio, Carol ¿no?-Contestó Violeta
mientras le daba dos besos y volvía a sentir la sensación que había sentido
anteriormente.
Parecía que Carolina también lo había sentido, estaba
sudorosa de haber estado haciendo ejercicio, eso hizo que la sensación que
había sentido por ella se agudizara, algo como notar que te atrae la otra
persona. Esto a Violeta le extrañó, ya que nunca había sentido algo así por una
chica.
Sus labios se quedaron separados unos milímetros, Violeta lo
volvió a sentir, una sensación calurosa recorrió todo su cuerpo y se quitó la
chaqueta, debajo solo llevaba una camiseta de tirantes que realzaba sus pechos.
Parecía que Carolina sentía la misma sensación de atracción hacía Violeta.
No hablaron más durante el trayecto en el ascensor, pero las
dos sabían lo que habían sentido ambas y que había subido la temperatura en
esos momentos.
Violeta llegó a su cuarto, se había suscrito al gimnasio
lunes y miércoles por las tardes y sábados por la mañana; los demás días se inscribiría
con Estela para las visitas turísticas de las islas, menos los fines de semana
que disfrutarían de las playas.
Decidió no contarle lo ocurrido en el ascensor a Estela,
pero necesitaba contárselo a alguien, así que llamó a Nick, ya que aun quedaba
media hora para que volviera Estela.
-Nick, que alegría poder hablar contigo.-Exclamó Violeta.
-¡Vio! No pensaba que en el paraíso me fueras a necesitar
tanto.-Rieron
-Es que no te imaginas que ha pasado.-Violeta le contó el
suceso del ascensor y Nick quedó asombrado.
-No sabía ese gusto tuyo.-Dijo Nick riendo
-Podríamos hacer algo los tres.-Añadió con una sonrisa
pícara, aunque Violeta no podía verle sabía perfectamente que expresión tenía
en ese momento.
-Nick, es serio, estoy preocupada.
-Yo no me preocuparía tanto, disfruta de tus vacaciones y
echa una canita al aire.
-Me lo pensare, gracias por escucharme, amor.
-Y no te preocupes por mi, estaré bien se que lo nuestro no
es nada.
-Me alegra que estés bien. Besos
-Besos, amor.
Nada más colgar el teléfono llegó Estela:
-¿Qué tal tu nuevo trabajo?
-Genial, aquí todo es mucho mejor.
-Sí, lo he comprobado.
-¿Y tu día qué tal?
-Genial, las vistas espectaculares.-Dijo Violeta pensando en
Carolina, sus curvas y su ropa ajustada.
-¿Alguna novedad?
-Es pronto, dame tiempo. Hay un chico que creo que se llama
Matt, es bastante atractivo.-Dijo Violeta sin dejar de pensar en Carolina y
notar como le volvía a subir la temperatura.
-¿Vas a ir a por él?
-No creo, tengo otras cosas que hacer, a parte aun no hemos
hablado nada.
Las dos bajaron a cenar al segundo turno.
En la cena se encontraron a Carolina y esta le propuso a
Violeta dar una vuelta por la playa, Violeta asintió y dejó a Estela en el
cuarto hablando por teléfono con Jake.
Violeta se puso una falda excesivamente corta y una camiseta
de tirantes que realzaba sus pechos y los dejaba casi a la vista, pensó que al
fin y al cabo las dos sentían lo mismo y que igual la propuesta de Nick no era
tan mala idea al fin y al cabo.
Carolina llevaba unos shorts muy cortos y una camiseta de
tirantes.
-Me gusta como te queda esa falda, me encanta que se te vean
bien las piernas, las tienes muy bonitas.-Empezó Carolina
-Gracias.-Dijo Violeta mientras se ruborizaba.
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