There.

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viernes, 14 de febrero de 2014

Cuarta y ultima parte de "Cereales"

Violeta se vistió y fue a ver a Matt a su cuarto mientras Estela llamó a Nick.
-¡Nick!
-¿Estela? ¿Qué ha pasado? ¿Por qué llamas tu y no Vio?-A Nick le invadieron la cabeza muchas preguntas, amaba a Violeta, todo este tiempo con su juego de niños de ahora nos vemos para tener sexo, ahora paso de ti y me voy a las Seychelles a ligar, se había enamorado y estaba dolido.
-Nick, tranquilizate.-Le sugirió Estela y le explicó todo.
-¿Dónde está ahora?
-Hablando con el gilipollas, le guste o no mañana nos volvemos.
-Si te digo la verdad la echo de menos, nadie ha pisado mi cama estas semanas y ya me conoces.
-Nick... Estás...-Sobraban las palabras, Nick empezó a llorar y colgó el teléfono.

-Matt, Estela me ha dicho que necesito explicaciones y no entiendo nada, abre la puerta.
-Pasa.-Dijo Matt mientras abría la puerta.
-¿Qué es todo esto?-Dijo Violeta viendo ropa de mujer y de hombre y relleno para los pechos. Una arcada volvió a su garganta y fue al baño.
-¿Aun estás mal?
-No, antes estaba ya bien, solo que todo esto...
Matt le explicó todo e intentó besarla, Violeta le pegó en la cara tanto que la cara de Matt empezó a sangrar.
-No quiero volver a verte, por ti estoy así. Te quería, me enamoré y mientras tengo a alguien preocupado por mi y enamorado, has jugado con mis sentimientos, me creí lesbiana y el mundo se me caía cada dos por tres al suelo.

Violeta se fue antes de que Matt pudiera articular palabra y se sentó en el pasillo del hotel lejos de su habitación y de la de Matt, estaba destrozada necesitaba a una Carolina con la que hablar, no se creía que después de todo le hubiera traicionado, la echaba de menos. Necesitaba hablar con alguien y de repente pensó en Nick y le llamó.
-¡Nick!-Exclamó Violeta y se echo a llorar.
-Vio, tranquila.
-Dejame explicártelo.-Consiguió articular Violeta con lágrimas en los ojos.
-Lo siento por haberte defraudado, por quizá no apreciarte como tu me has apreciado siempre, pero estos días aquí me han servido para darme cuenta quién estará de verdad a mi lado y quién no, y he sentido que te necesitaba casi más de lo que necesitaba el agua o el oxígeno para respirar, necesitaba verte, besarte, rozar tus labios, amarte, tenerte.
-Vio... Yo también te quiero.-Consiguió decir al fin Nick.
-Nick voy a ir allí a verte y te daré una sorpresa para compensar todo esto.-Dijo Violeta con una sonrisa.

Todo volvía a estar bien, al día siguiente se irían y todo habría acabado.

Violeta volvió a su habitación donde estaba Estela recogiendo todo.
-Estela, no lo hagas tu sola, te ayudo.
-Vio, ¿Cómo es que ya estas bien? ¿No te habrás tirado a Matt?-Rieron.
-Que va, le he pegado en la cara y le ha salido sangre, se lo merece.
-¿Enserio?
-Sí, y después he llamado a Nick y me he declarado o algo así, le llevare una sorpresa.
-¿Tienes pensado el qué?
-No.-Violeta se empezó a reír.
-Ya se, a mi me nombro un videojuego que quería desde hace mucho y no encontraba y vi el otro día una tienda.
-Yo había pensado en otra cosa.-Dijo Violeta con una sonrisa pícara.

Fueron a comprar el videojuego y después a la lencería donde Violeta se había comprado un conjunto de tanga, sujetador y ligueros.

Al final el día había acabado bien, se fueron toda la tarde de compras, hicieron la maleta y se acostaron pronto, ya que cogían el primer vuelo de la mañana.

Al llegar a la estación de Los Angeles, su ciudad, les esperaban ansiosos Nick y Jake que luego debían ir a trabajar.

Violeta y Nick se fueron antes del bar, ya que Violeta iba a acompañar en coche a Nick al trabajo.
-Nick, siento mucho todo lo que ha pasado.-Logró decir al fin Violeta.
-No es necesario que me pidas perdón, ya lo hiciste por teléfono, yo te dije que disfrutaras, pero en ese momento no pensé que podría perderte.
-La verdad es que yo tampoco quería perderte, pero como me incitaste a ir a por ella pues... No se pensé que...
-Ya, fue un fallo mío.

Al final llegaron al trabajo de Nick y Violeta se bajó del coche para despedirse de él, al principio ninguno de los dos dijo nada, ya que querían seguir juntos más rato, después de un largo silencio Violeta consiguió lanzarse y besó a Nick, se despidieron y Violeta se fue a su trabajo.

Todo entre Violeta y Nick seguía igual, pero algo impedía que estuvieran como siempre seguramente sería que Nick estaba dolido por lo que había pasado y Violeta también, ella seguía pensando en Carlota, no tanto en Matt, ya que ella se había enamorado de Carlota y no de él. No tenía las ideas claras respecto a su relación con Nick, ya que realmente no sabía que sentía.

El día transcurrió sin novedades y Violeta por la noche al llegar a casa después de trabajar se preparó un tazón de leche con cereales, sus cereales que tanto echaba de menos, no tenía muchas ganas de cenar. Llamaron al teléfono, era Estela.

-Vio ¿Qué tal estás? Echaba de menos llegar a casa y que estuvieras tu.
-Estela, yo echo de menos hablar contigo sobre mis problemas y que me cuides, te necesito.-Dijo Violeta mientras unas lágrimas empezaron a salir de sus ojos
-Vio, tranquila, mañana te llevo el desayuno, o ¿Quieres noche de chicas?
-Sí, mejor noche de chicas porque el desayuno me lo estoy tomando ya.-Dijo Violeta mientras daba vueltas a los cereales.
-Voy para allí ¿Quieres que te lleve cena?
-No, los cereales me van bien, ¿Te preparo algo?
-No, ya preparare algo con lo que tengas por casa.
-Ahora nos vemos, Adiós.-Dijo Violeta con voz melancólica.

Llegó Estela a su casa y se preparó unas hamburguesas que tenía Violeta en la nevera. Se sentaron las dos a cenar sus respectivos platos.
-Vio, deberías cenar algo más.
-He perdido el apetito.
Violeta le contó todos sus sentimientos y todo lo que no conseguía aclarar a Estela y esta intentó aconsejarla, le dijo que si de verdad quería a Nick debía olvidarse de Carlota, ya que no existía. A Violeta le llevaría un tiempo olvidarse de Carlota y centrarse en Nick, así que le pidió un tiempo para poder aclararse las ideas.

Pasó un mes y Violeta no había comido prácticamente nada y varios días había vuelto a sentir nauseas y había vomitado, Estela se había preocupado mucho por ella y varias noches se había quedado con ella a dormir para cuidar de ella, ya que los vómitos eran muy continuos y Violeta seguía insistiendo en no salir de casa ni hacer nada más que quedarse en la cama mientras no paraba de pensar en Carlota.

Le entraban ataques de histeria cada vez que pensaba en ella y en lo que no había podido ser y volvía a vomitar, aguantó así un mes hasta que la echaron del trabajo. Esto le hizo sentirse peor, sus pensamientos pasaron de constar en Carlota y pensaba en su trabajo en lo mal que había actuado para perderlo, le entraban más ataques de histeria y volvía a vomitar.

Nick la llamó varias veces, pero no le cogía el teléfono, no quería que la viera así. Un día fue a verla a casa, ya que lo necesitaba y se le calló el mundo, no consiguió que Violeta mejorara, no paraba de llorar, de tener ataques de histeria y de vomitar.

Después del mes así la llevaron al hospital, allí se le pasó todo a base de suero y medicinas. Un día Nick fue a visitarla al hospital y ella se acordó de su regalo, aun no se lo había dado:
-Te he echado de menos todo este tiempo Nick, tenía un regalo para ti y no he podido dártelo, siento que no haya cogido tus llamadas, pero no quería que me vieras así.
-Yo también te he echado mucho de menos, me preocupé mucho por ti, el regalo ya me lo darás cuando estés bien, no te preocupes y no me importaba verte así, te quiero de cualquier forma porque sigues siendo tu.
-Me encanta cuando te pones tierno y ahora se que yo también te quiero, gracias por darme todo este tiempo, aunque hallan sido días difíciles me han ayudado.
-Me alegro, me han dicho que te deje descansar así que ya nos veremos.-Se despidió Nick y la besó.
Cuando este se fue Violeta se quedó vacía, le necesitaba a su lado siempre, le diría de vivir juntos, ya que lo había pensado y era lo que más deseaba.

Paso tiempo hasta que volvió a ser la misma de siempre, pero cuando pudo estar cuerda habló con Nick y quedaron, ella le propuso vivir juntos y este aceptó sin pensarlo. En una de sus noches locas, ya que ella estaba bien le dio su regalo, Nick se emocionó mucho con el videojuego, pero más con la noche que Violeta le preparó con su nueva lencería, volvieron a sus noches de sexo y eso significaba que todo estaba bien al fin.

Además de que su relación con Nick iba mejor que nunca en todos los ámbitos, Violeta consiguió conseguir un nuevo trabajo en el que era más valorada.

Tras un mes de buena suerte y buenos momentos para todos llegó la boda de Estela y Jake.

Estela estaba preciosa de blanco y Jake con un traje precioso que le favorecía, la boda fue tranquila, transcurrió sin novedades y después el banquete al que estaban invitados Violeta, Nick y algún familiar más por parte de cada uno de los novios. Fue un banquete espléndido para todos, del que Violeta pudo disfrutar, ya que el apetito le había vuelto con esta buena vida, de lo cual pudo aprender que una buena vida no es aquella en la que estas en unas de las islas más valoradas y famosas, no es una vida en la que puedes conseguir a cualquier chico a un bajo precio, no es aquella en la que no tienes trabajo y tienes todo pagado; sino que es aquella en la que estás con las personas a las que quieres de verdad, con las que quieres compartir tu buena vida.

Todo siguió su cauce, Violeta ya estaba bien y Estela iba algunas mañanas a tomarse unos cereales con ella, o quedaban los cuatro a disfrutar de una buena película de Martín Scorsese, de Quentin Tarantino o de Leonardo DiCaprio.

Todo esto ayudaba a que Violeta estuviera contenta y no recayera en esos pensamientos suyos de Carolina a la cual ya había olvidado o que no recayera en los vómitos y nauseas continuos.

Nick pidió matrimonio a Violeta y se casaron en una boda tan emotiva como la de Estela y Jake los cuales después del enlace de sus amigos tuvieron unos gemelos, a los que cuidaban a veces los cuatro juntos.

Violeta cada día valoraba todo lo que tenía: amigos de verdad, marido, trabajo estable y salud.

Así que al final todo había salido bien y Violeta se tomaba cereales todas las mañanas a la salud de todos aquellos seres queridos suyos que estaban a su lado.

Dio gracias también por no haber vuelto a ver a Matt y que todo ese tema estuviera zanjado y olvidado.

FIN.


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