There.

There.

viernes, 14 de febrero de 2014

Cuarta y ultima parte de "Cereales"

Violeta se vistió y fue a ver a Matt a su cuarto mientras Estela llamó a Nick.
-¡Nick!
-¿Estela? ¿Qué ha pasado? ¿Por qué llamas tu y no Vio?-A Nick le invadieron la cabeza muchas preguntas, amaba a Violeta, todo este tiempo con su juego de niños de ahora nos vemos para tener sexo, ahora paso de ti y me voy a las Seychelles a ligar, se había enamorado y estaba dolido.
-Nick, tranquilizate.-Le sugirió Estela y le explicó todo.
-¿Dónde está ahora?
-Hablando con el gilipollas, le guste o no mañana nos volvemos.
-Si te digo la verdad la echo de menos, nadie ha pisado mi cama estas semanas y ya me conoces.
-Nick... Estás...-Sobraban las palabras, Nick empezó a llorar y colgó el teléfono.

-Matt, Estela me ha dicho que necesito explicaciones y no entiendo nada, abre la puerta.
-Pasa.-Dijo Matt mientras abría la puerta.
-¿Qué es todo esto?-Dijo Violeta viendo ropa de mujer y de hombre y relleno para los pechos. Una arcada volvió a su garganta y fue al baño.
-¿Aun estás mal?
-No, antes estaba ya bien, solo que todo esto...
Matt le explicó todo e intentó besarla, Violeta le pegó en la cara tanto que la cara de Matt empezó a sangrar.
-No quiero volver a verte, por ti estoy así. Te quería, me enamoré y mientras tengo a alguien preocupado por mi y enamorado, has jugado con mis sentimientos, me creí lesbiana y el mundo se me caía cada dos por tres al suelo.

Violeta se fue antes de que Matt pudiera articular palabra y se sentó en el pasillo del hotel lejos de su habitación y de la de Matt, estaba destrozada necesitaba a una Carolina con la que hablar, no se creía que después de todo le hubiera traicionado, la echaba de menos. Necesitaba hablar con alguien y de repente pensó en Nick y le llamó.
-¡Nick!-Exclamó Violeta y se echo a llorar.
-Vio, tranquila.
-Dejame explicártelo.-Consiguió articular Violeta con lágrimas en los ojos.
-Lo siento por haberte defraudado, por quizá no apreciarte como tu me has apreciado siempre, pero estos días aquí me han servido para darme cuenta quién estará de verdad a mi lado y quién no, y he sentido que te necesitaba casi más de lo que necesitaba el agua o el oxígeno para respirar, necesitaba verte, besarte, rozar tus labios, amarte, tenerte.
-Vio... Yo también te quiero.-Consiguió decir al fin Nick.
-Nick voy a ir allí a verte y te daré una sorpresa para compensar todo esto.-Dijo Violeta con una sonrisa.

Todo volvía a estar bien, al día siguiente se irían y todo habría acabado.

Violeta volvió a su habitación donde estaba Estela recogiendo todo.
-Estela, no lo hagas tu sola, te ayudo.
-Vio, ¿Cómo es que ya estas bien? ¿No te habrás tirado a Matt?-Rieron.
-Que va, le he pegado en la cara y le ha salido sangre, se lo merece.
-¿Enserio?
-Sí, y después he llamado a Nick y me he declarado o algo así, le llevare una sorpresa.
-¿Tienes pensado el qué?
-No.-Violeta se empezó a reír.
-Ya se, a mi me nombro un videojuego que quería desde hace mucho y no encontraba y vi el otro día una tienda.
-Yo había pensado en otra cosa.-Dijo Violeta con una sonrisa pícara.

Fueron a comprar el videojuego y después a la lencería donde Violeta se había comprado un conjunto de tanga, sujetador y ligueros.

Al final el día había acabado bien, se fueron toda la tarde de compras, hicieron la maleta y se acostaron pronto, ya que cogían el primer vuelo de la mañana.

Al llegar a la estación de Los Angeles, su ciudad, les esperaban ansiosos Nick y Jake que luego debían ir a trabajar.

Violeta y Nick se fueron antes del bar, ya que Violeta iba a acompañar en coche a Nick al trabajo.
-Nick, siento mucho todo lo que ha pasado.-Logró decir al fin Violeta.
-No es necesario que me pidas perdón, ya lo hiciste por teléfono, yo te dije que disfrutaras, pero en ese momento no pensé que podría perderte.
-La verdad es que yo tampoco quería perderte, pero como me incitaste a ir a por ella pues... No se pensé que...
-Ya, fue un fallo mío.

Al final llegaron al trabajo de Nick y Violeta se bajó del coche para despedirse de él, al principio ninguno de los dos dijo nada, ya que querían seguir juntos más rato, después de un largo silencio Violeta consiguió lanzarse y besó a Nick, se despidieron y Violeta se fue a su trabajo.

Todo entre Violeta y Nick seguía igual, pero algo impedía que estuvieran como siempre seguramente sería que Nick estaba dolido por lo que había pasado y Violeta también, ella seguía pensando en Carlota, no tanto en Matt, ya que ella se había enamorado de Carlota y no de él. No tenía las ideas claras respecto a su relación con Nick, ya que realmente no sabía que sentía.

El día transcurrió sin novedades y Violeta por la noche al llegar a casa después de trabajar se preparó un tazón de leche con cereales, sus cereales que tanto echaba de menos, no tenía muchas ganas de cenar. Llamaron al teléfono, era Estela.

-Vio ¿Qué tal estás? Echaba de menos llegar a casa y que estuvieras tu.
-Estela, yo echo de menos hablar contigo sobre mis problemas y que me cuides, te necesito.-Dijo Violeta mientras unas lágrimas empezaron a salir de sus ojos
-Vio, tranquila, mañana te llevo el desayuno, o ¿Quieres noche de chicas?
-Sí, mejor noche de chicas porque el desayuno me lo estoy tomando ya.-Dijo Violeta mientras daba vueltas a los cereales.
-Voy para allí ¿Quieres que te lleve cena?
-No, los cereales me van bien, ¿Te preparo algo?
-No, ya preparare algo con lo que tengas por casa.
-Ahora nos vemos, Adiós.-Dijo Violeta con voz melancólica.

Llegó Estela a su casa y se preparó unas hamburguesas que tenía Violeta en la nevera. Se sentaron las dos a cenar sus respectivos platos.
-Vio, deberías cenar algo más.
-He perdido el apetito.
Violeta le contó todos sus sentimientos y todo lo que no conseguía aclarar a Estela y esta intentó aconsejarla, le dijo que si de verdad quería a Nick debía olvidarse de Carlota, ya que no existía. A Violeta le llevaría un tiempo olvidarse de Carlota y centrarse en Nick, así que le pidió un tiempo para poder aclararse las ideas.

Pasó un mes y Violeta no había comido prácticamente nada y varios días había vuelto a sentir nauseas y había vomitado, Estela se había preocupado mucho por ella y varias noches se había quedado con ella a dormir para cuidar de ella, ya que los vómitos eran muy continuos y Violeta seguía insistiendo en no salir de casa ni hacer nada más que quedarse en la cama mientras no paraba de pensar en Carlota.

Le entraban ataques de histeria cada vez que pensaba en ella y en lo que no había podido ser y volvía a vomitar, aguantó así un mes hasta que la echaron del trabajo. Esto le hizo sentirse peor, sus pensamientos pasaron de constar en Carlota y pensaba en su trabajo en lo mal que había actuado para perderlo, le entraban más ataques de histeria y volvía a vomitar.

Nick la llamó varias veces, pero no le cogía el teléfono, no quería que la viera así. Un día fue a verla a casa, ya que lo necesitaba y se le calló el mundo, no consiguió que Violeta mejorara, no paraba de llorar, de tener ataques de histeria y de vomitar.

Después del mes así la llevaron al hospital, allí se le pasó todo a base de suero y medicinas. Un día Nick fue a visitarla al hospital y ella se acordó de su regalo, aun no se lo había dado:
-Te he echado de menos todo este tiempo Nick, tenía un regalo para ti y no he podido dártelo, siento que no haya cogido tus llamadas, pero no quería que me vieras así.
-Yo también te he echado mucho de menos, me preocupé mucho por ti, el regalo ya me lo darás cuando estés bien, no te preocupes y no me importaba verte así, te quiero de cualquier forma porque sigues siendo tu.
-Me encanta cuando te pones tierno y ahora se que yo también te quiero, gracias por darme todo este tiempo, aunque hallan sido días difíciles me han ayudado.
-Me alegro, me han dicho que te deje descansar así que ya nos veremos.-Se despidió Nick y la besó.
Cuando este se fue Violeta se quedó vacía, le necesitaba a su lado siempre, le diría de vivir juntos, ya que lo había pensado y era lo que más deseaba.

Paso tiempo hasta que volvió a ser la misma de siempre, pero cuando pudo estar cuerda habló con Nick y quedaron, ella le propuso vivir juntos y este aceptó sin pensarlo. En una de sus noches locas, ya que ella estaba bien le dio su regalo, Nick se emocionó mucho con el videojuego, pero más con la noche que Violeta le preparó con su nueva lencería, volvieron a sus noches de sexo y eso significaba que todo estaba bien al fin.

Además de que su relación con Nick iba mejor que nunca en todos los ámbitos, Violeta consiguió conseguir un nuevo trabajo en el que era más valorada.

Tras un mes de buena suerte y buenos momentos para todos llegó la boda de Estela y Jake.

Estela estaba preciosa de blanco y Jake con un traje precioso que le favorecía, la boda fue tranquila, transcurrió sin novedades y después el banquete al que estaban invitados Violeta, Nick y algún familiar más por parte de cada uno de los novios. Fue un banquete espléndido para todos, del que Violeta pudo disfrutar, ya que el apetito le había vuelto con esta buena vida, de lo cual pudo aprender que una buena vida no es aquella en la que estas en unas de las islas más valoradas y famosas, no es una vida en la que puedes conseguir a cualquier chico a un bajo precio, no es aquella en la que no tienes trabajo y tienes todo pagado; sino que es aquella en la que estás con las personas a las que quieres de verdad, con las que quieres compartir tu buena vida.

Todo siguió su cauce, Violeta ya estaba bien y Estela iba algunas mañanas a tomarse unos cereales con ella, o quedaban los cuatro a disfrutar de una buena película de Martín Scorsese, de Quentin Tarantino o de Leonardo DiCaprio.

Todo esto ayudaba a que Violeta estuviera contenta y no recayera en esos pensamientos suyos de Carolina a la cual ya había olvidado o que no recayera en los vómitos y nauseas continuos.

Nick pidió matrimonio a Violeta y se casaron en una boda tan emotiva como la de Estela y Jake los cuales después del enlace de sus amigos tuvieron unos gemelos, a los que cuidaban a veces los cuatro juntos.

Violeta cada día valoraba todo lo que tenía: amigos de verdad, marido, trabajo estable y salud.

Así que al final todo había salido bien y Violeta se tomaba cereales todas las mañanas a la salud de todos aquellos seres queridos suyos que estaban a su lado.

Dio gracias también por no haber vuelto a ver a Matt y que todo ese tema estuviera zanjado y olvidado.

FIN.


Tercera parte de "Cereales" :P

-¿Te molesta que vaya a por ti? Es que he notado que las dos lo hemos sentido y me pareces una chica muy sexy y de personalidad, no se, pero tu cuerpo me hace perder la cabeza.
-No me importa, tienes razón, yo también lo he sentido, pero no creo que mi cuerpo sea para tanto, es el tuyo, tus pechos son perfectos ¿Puedo?.-Preguntó Violeta estirando la mano para tocárselos
-Claro, me encantará.
Violeta los tocó y sintió que la temperatura había subido mucho para las dos, estaban solas sentadas frente a la playa y Carolina se quitó la camiseta, Violeta hizo lo propio y empezaron a hablar e intercambiar experiencias mientras iba subiendo la temperatura.

Carolina sacó una caja de cigarros y le ofreció uno a Violeta, esta observó que era la caja de Marlboro que había visto anteriormente en las manos de Matt con su nombre.
-No, gracias, no fumo. ¿Le conoces?
-¿A quién?
-A Matt, te vi con unos amigos suyos en el gimnasio y esa es su caja de tabaco ¿no?
-Solo somos amigos, me la ha prestado, sabe perfectamente lo de mi orientación sexual.-Explicó Carolina poniéndose nerviosa, parecía que no era amiga de Matt, sino algo más, hermana quizá, ya que tenían rasgos parecidos, había estado observando a Matt. Le llamó la atención que fueran tan parecidos. Carolina cada vez se ponía más nerviosa, no podía ni articular ninguna palabra y empezaba a sudar, se puso la camiseta apagó el cigarro y se fue corriendo sin despedirse de Violeta, esta se quedó muy extrañada y empezó a pensar en todo lo que había pasado desde que habían llegado a las islas, de repente se acordó de Estela, consultó el reloj y ya eran las dos, decidió volver al hotel.

Estaba muy confundida y tenía frío, maldijo el día en que hizo caso a Nick. Unas calles más y llegaría pensó, pasaron unos adolescentes que estaban de fiesta bebidos y empezaron a echarle piropos, ella empezó a correr y el miedo le recorrió su cuerpo en forma de escalofrío; llegó a un puente que no le sonaba de nada, se había perdido, si hubieran ido a las visitas turísticas en vez de haber estado tonteando con Carolina en el gimnasio quizá sabría donde estaba, fue a llamar a Estela, consultó el móvil y se dio cuenta de que tenía escaso el nivel de la batería, llamó corriendo.
-Est...-Se cortó la llamada, no quedaba batería.
Se sentó en un banco cogiéndose de las rodillas con los pies apoyados en el banco, metió la cabeza entre las rodillas y su abdomen y empezó a llorar.

Estaba confundida, perdida, sin contacto con la vida y muy rabiosa por no haber hecho lo que su cerebro pensaba y hacer caso al corazón. De repente vio una sombra masculina, era alguien conocido, se secó los ojos y vio que era Matt.
-Hola, soy Matt te he visto alguna vez por el hotel ¿Cómo te llamas?-Le dijo mientras se quitaba la chaqueta y se la tendía a ella.
-Violeta, gracias, estoy perdida ¿Me dirías por donde se vuelve al hotel?
-Claro, yo voy hacia allí, había salido con unos amigos, pero estoy cansado y me vuelvo ya, podemos ir juntos si quieres.
-Si, gracias, me vendrá bien poder hablar con alguien.
Matt sacó la caja plateada de Marlboro para fumar, pero no le tendió ninguno a Violeta.
-¿Puedo uno?-Le pidió Violeta.
-Claro, ten, pensaba que no fumabas.
-¿Por qué? ¿No tengo cara de fumadora?
-No se, pensé que... Bueno da igual.
-No fumo, pero llevo unos días de perros. Esa caja de tabaco se la he visto a Carol, creo que sois amigos, hace un rato ¿Te has encontrado con ella?
-Si, la he visto que iba corriendo desde la playa hacia el hotel, le pregunté y le pedí los cigarros, ya que yo estaba de fiesta y necesitaba fumar.
-Ah.
Violeta no estaba muy convencida de la razón que le dio Matt, pero tuvo que conformarse con eso.
Fueron hasta el hotel intercambiando gustos y aficiones.
-Ya estamos aquí.
-Gracias, estaba demasiado perdida y creo que hablar con alguien nuevo me ha ayudado.-Dijo Violeta mientras le daba dos besos a Matt.

Cada uno se fue a su habitación, Violeta al besar a Matt había sentido una similitud de piel con la de Carolina, casi como si fuera la misma piel, y aquella sensación de atracción volvió a su cuerpo.

Estaba cansada, ya que era muy tarde, estaba confundida, la cabeza le daba vueltas, unas arcadas recorrieron su garganta y al llegar a su habitación tuvo que ir al baño a vomitar, se encontraba muy mal, se le había revuelto el estómago, quería huir, aquella sensación que la envolvía y no se alejaba de ella, aquella sensación de semejanza y atracción a la vez, la destrozaba, agotaba sus fuerzas. Se fue a la cama, mañana sería otro día.

Estela se levantó por la mañana y observó el hedor que procedía del baño, alguien había vomitado, limpió todo y fue a ver a Violeta a su cama. Le tocó la frente y ardía, decidió cogerse fiesta se quedaría a cuidar de Violeta, la cual empezó a abrir los ojos:
-Aún es pronto vuélvete a dormir estás fatal voy a prepararte algo caliente, cuidare de ti.
-Gracias...-Susurró Violeta volviendo a cerrar los ojos otra vez.
Estela le preparó un caldo caliente y cuando Violeta se despertó se lo contó todo con detalles, cómo conoció y se enamoró de Carolina, el suceso en la calle de anoche con Matt y la similitud entre ellos dos.
-No te preocupes Vio, ya queda poco, nos iremos y en casa estarás más tranquila, estoy aquí contigo, cálmate.
-Estela, me sentía tan confundida con mi sentimiento hacia Carol y ahora ha pasado todo esto, necesito saber que pasa y ya estoy mejor.
-Vio, sigues ardiendo, acuéstate otra vez, iré a hablar con Matt.
-No, Estela debo ir yo no te metas.-Otra arcada recorrió su garganta y fue al baño.
-Vio, por favor estás empeorando, acuéstate yo me encargo.

Estela dejó a Violeta dormida y bajo al vestíbulo, no había ni rastro de Matt, era la hora a la que tenía Violeta el gimnasio, decidió bajar a ver a Carolina, allí estaba, sudorosa.
-¿Carolina?
-Sí, ¿Quién eres?
-Estela, la amiga de Violeta.
-Sí, claro me ha hablado de ti. Por cierto ¿Dónde está? Necesito hablar con ella.
-En la cama, ha vomitado varias veces y esta ardiendo.
-Necesito ir a verla.
-No vas a ninguna parte.-Se cabreó Estela.
-¿Qué pasa?
-Dimelo tu.
-Esto.... Tengo que irme.
-No te vas hasta que no sepa qué pasa.
Carolina se quitó la peluca pelirroja que tanto atraía a Violeta y se dejó ver el pelo de Matt.
-Esto pasa.
-Espera, ¿te quieres cambiar de sexo?-Dijo Estela riendo.
-No, no es eso.
-¿Entonces? No entiendo nada.
-Siempre he sido muy tímido y cuando vi a Violeta me enamoré, no podía acercarme a ella y hablarle como todos.
-Y decidiste liarle la cabeza ¿no?
-No pretendía eso.
-Pero, ayer hablasteis ¿no?
-Sí, pero podía porque ya la conocía.
-Carolina la conocía.-Rió Estela.
-Si, exacto. Necesito verla.
-No vas a ver a nadie, la has dejado trastocada, te has pasado y le debes una explicación.
-Lo se, ¿Cuándo podré ir a verla?
-Yo le diré que te busque hasta entonces no te acerques a ella, has hecho que fume, algo que ella odia, te quiero lejos de ella, adiós.-Estela después de decir sus últimas palabras se fue cabreada, Matt intentó seguirla, pero entendió que era inútil.
Estela al entrar a la habitación vio que Violeta había vuelto a vomitar y estaba fumando.
-¿Qué haces?-Preguntó retóricamente Estela mientras le apagaba el cigarro y lo tiraba.
-Estela... Solo tenía ese.
-Se acabó esto de fumar, hablaré con Nick.
-No, Estela, se enfadará.

-Por eso lo digo, debe saberlo, mientras ve a hablar con Matt te debe una explicación, y nada de pedirle cigarros.

Segunda parte de "Cereales"

El viernes quedaron Jake, Nick, Estela y Violeta para ir al cine y despedirse. Después de la película cenaron en casa de Violeta y Nick se quedó a dormir.

Tras una noche de locura en la cama tocaba levantarse pronto para coger el primer vuelo del día. Jake y Nick acompañaron a Estela y a Violeta a coger el avión y ellos se fueron después a tomar unas cañas.

Cuando llegaron a su destino, al hotel, subieron a su habitación y lo primero que hicieron fue tumbarse en la cama:
-¡Esto si que es vida!-Exclamó Violeta.
-Mañana debo ir a esta dirección para hablar con la sucursal de mi trabajo aquí.-Explicó Estela mientras le mostraba un papel con una dirección.
-¿Querrás que te acompañe?
-No hace falta, quedate por aquí disfrutando de la buena vida.
-Genial, creo que me apuntaré al gimnasio, así hago algo.
-Y tienes buenas vistas.-Apuntó Estela y las dos sonrieron.

Violeta se apuntaría por su cuenta al gimnasio y apuntaría a ambas a rutas turísticas que ofrecía el hotel. Decidió encargarse ella de eso el lunes, ya que Estela debería ir a hablar con la sucursal.

El lunes a las diez Violeta se levantó y vió una nota encima de la mesa: "Vio baja a desayunar que los cereales están buenísimos, y las vistas también. Besos. Estela."

Violeta se vistió y bajó a desayunar, en el desayuno echó un vistazo y encontró a un chico que al parecer se llamaba Matt. El chico parecía vergonzoso y no dejaba de mirarla, ella se ruborizó y pensó que mejor era dejarlo pasar sin darle importancia.

Al acabar de desayunar le llamaron al movil, salió fuera del hotel a contestar la llamada:
-Violeta, soy Jake, estoy con Nick desayunando ¿Qué tal por allí? Es que no consigo localizar a Estela.
-Estela está trabajando o algo así, todo lo demás perfecto.
-Dice Nick que qué tal los chicos de por allí.
-Pues bastante bien.-Los tres rieron.
-Bueno nosotros tenemos que ir a trabajar pasadlo bien y dile a Estela que he llamado.
-Lo haré. Besos.
Mientras Violeta hablaba por teléfono Matt estaba fumando fuera con unos amigos, pero entró en el hotel antes que ella. Matt era moreno, alto, de ojos azules, algo tímido, y con miedo a hablar con las chicas, siempre fumaba Marlboro que los guardaba en una cajita plateada en la cual ponía su nombre.

Al rato Violeta bajó al gimnasio a inscribirse. Cuando llegó sólo había personas mayores y unos amigos de Matt, a los cuales había visto con él en el desayuno, que hablaban con una chica. La chica al ver a Violeta se acercó a la entrada para saludar:
-Hola, me llamo Carolina, puedes llamarme Carol, llevo el gimnasio ¿Qué querías?
-Hola, yo soy Violeta, soy nueva y quería inscribirme.
-Muy bien, rellena estos papeles y puedes empezar cuando quieras.

Violeta sintió algo que no sabía expresar al ver a Carolina. Era pelirroja y muy guapa llevaba un top cortito para hacer deporte que hacía atractivo su cuerpo, también llevaba unos shorts que dejaban ver más de medio culo, Carolina era delgada y parecía algo mayor que Violeta.

Violeta se sintió rara y decidió salir a dar un paseo por la ciudad. Al volver al hotel se encontró con Carolina en el ascensor:
-Eres Violeta ¿verdad?
-Sí, pero puedes llamarme Vio, Carol ¿no?-Contestó Violeta mientras le daba dos besos y volvía a sentir la sensación que había sentido anteriormente.

Parecía que Carolina también lo había sentido, estaba sudorosa de haber estado haciendo ejercicio, eso hizo que la sensación que había sentido por ella se agudizara, algo como notar que te atrae la otra persona. Esto a Violeta le extrañó, ya que nunca había sentido algo así por una chica.

Sus labios se quedaron separados unos milímetros, Violeta lo volvió a sentir, una sensación calurosa recorrió todo su cuerpo y se quitó la chaqueta, debajo solo llevaba una camiseta de tirantes que realzaba sus pechos. Parecía que Carolina sentía la misma sensación de atracción hacía Violeta.

No hablaron más durante el trayecto en el ascensor, pero las dos sabían lo que habían sentido ambas y que había subido la temperatura en esos momentos.

Violeta llegó a su cuarto, se había suscrito al gimnasio lunes y miércoles por las tardes y sábados por la mañana; los demás días se inscribiría con Estela para las visitas turísticas de las islas, menos los fines de semana que disfrutarían de las playas.

Decidió no contarle lo ocurrido en el ascensor a Estela, pero necesitaba contárselo a alguien, así que llamó a Nick, ya que aun quedaba media hora para que volviera Estela.

-Nick, que alegría poder hablar contigo.-Exclamó Violeta.
-¡Vio! No pensaba que en el paraíso me fueras a necesitar tanto.-Rieron
-Es que no te imaginas que ha pasado.-Violeta le contó el suceso del ascensor y Nick quedó asombrado.
-No sabía ese gusto tuyo.-Dijo Nick riendo
-Podríamos hacer algo los tres.-Añadió con una sonrisa pícara, aunque Violeta no podía verle sabía perfectamente que expresión tenía en ese momento.
-Nick, es serio, estoy preocupada.
-Yo no me preocuparía tanto, disfruta de tus vacaciones y echa una canita al aire.
-Me lo pensare, gracias por escucharme, amor.
-Y no te preocupes por mi, estaré bien se que lo nuestro no es nada.
-Me alegra que estés bien. Besos
-Besos, amor.

Nada más colgar el teléfono llegó Estela:
-¿Qué tal tu nuevo trabajo?
-Genial, aquí todo es mucho mejor.
-Sí, lo he comprobado.
-¿Y tu día qué tal?
-Genial, las vistas espectaculares.-Dijo Violeta pensando en Carolina, sus curvas y su ropa ajustada.
-¿Alguna novedad?
-Es pronto, dame tiempo. Hay un chico que creo que se llama Matt, es bastante atractivo.-Dijo Violeta sin dejar de pensar en Carolina y notar como le volvía a subir la temperatura.
-¿Vas a ir a por él?
-No creo, tengo otras cosas que hacer, a parte aun no hemos hablado nada.

Las dos bajaron a cenar al segundo turno.
En la cena se encontraron a Carolina y esta le propuso a Violeta dar una vuelta por la playa, Violeta asintió y dejó a Estela en el cuarto hablando por teléfono con Jake.

Violeta se puso una falda excesivamente corta y una camiseta de tirantes que realzaba sus pechos y los dejaba casi a la vista, pensó que al fin y al cabo las dos sentían lo mismo y que igual la propuesta de Nick no era tan mala idea al fin y al cabo.

Carolina llevaba unos shorts muy cortos y una camiseta de tirantes.
-Me gusta como te queda esa falda, me encanta que se te vean bien las piernas, las tienes muy bonitas.-Empezó Carolina

-Gracias.-Dijo Violeta mientras se ruborizaba.

domingo, 9 de febrero de 2014

Primer domingo, primera parte de "Cereales"

-Cereales. Oh vamos, donde estarán los cereales.-Violeta miró el reloj sólo quedaba una hora para tener que empezar su infierno de día.
Sonó el timbre:
-Pero ¿Qué pasa ahora? ¿Estela que haces aquí?
-Nada solo venía a ver a mi mejor amiga ¿no puedo?
-Sabes que tengo que ir a trabajar en una hora.-Dijo poniendose los pitillos y cogiendo las llaves a la vez.
-¿Buscabas esto?-Le dijo Estela mostrándole una caja de sus cereales favoritos, su salvación.
-Oh, ¡Estela! Te quiero. Iba a salir a comprar una caja ¿Cómo sabías que faltaban?
-El otro día mientras discutías con David me comí tus últimos cereales ¿Cómo acabo todo?-preguntó Estela preparándose un bol de leche con cereales.
-Prepárame otro a mi ya que estas. Después de media hora discutiendo me beso y me tiro a la cama...
-No me cuentes más ya se como acabó eso.-Dijo Estela con una mueca de asco y poniendo los dos boles sobre la mesa.
-Lo único que quiero es que él, Paul y Nick salgan de mi vida, me confunden entre los tres. Bueno Nick puede quedarse.
-¡Que tarde es!.-Exclamó Estela que tenía una entrevista de trabajo en cinco minutos.
-Te llevo.
Subieron las dos en el mini de Violeta.

Paul era un compañero de trabajo de Violeta con el que tuvo una historia en la pasada cena de trabajo y con el que no acabó bien, ella no quería nada, pero él seguía insistiendo en quedar solos, Violeta siempre buscaba una escusa o se llevaba a Estela a las citas.

Nick era un amigo de la familia al que tenía que enseñar la ciudad, ya que era nuevo allí y sus tíos se lo habían pedido, él era unos tres años mayor que ella, un día él se lanzó y sin saber cómo, acabaron en la cama de Violeta desnudos, dormidos y sudando después de una hora de sexo.

David era un amigo al que le habían presentado con él que tenía un algo raro, pero no paraban de discutir.

Ella no quería nada con ninguno de los tres, Nick era el que más le gustaba, pero era amigo de la familia y no quería torcer nada, él tampoco, así que decidieron ser amigos, nada más o algo parecido.

Ella quería cortar con David, ya que entre tanta discusión cada vez estaba peor.

Después de dejar a Estela en su entrevista de trabajo leyó su agenda sentada en el coche esperando que no hubiera llegado todavía ese día, el día en el que había decidido dejar definitivamente a David.

A las diez entraba al trabajo y al entrar vió la silla de Paul vacía, él siempre estaba allí antes que ella, preguntó, le dijeron que había sido despedido y que pidió ella no intentará hablar con él, así que uno menos, algo menos que zanjar por ella misma, eso le gustaba.

Eran las dos y había quedado a comer con David:
-Hola amor.
-¡Cariño! Pensaba que ya no llegabas.-Dijo Violeta ansiosa por acabar esa comida ya.
-Me he retrasado, el jefe me ha mandado unas cosas extra.
-Ya he pedido lo de siempre. Quería hablarte de algo.
-Dispara.-Dijo David haciendo palanca con la cuchara para tirar migas de pan
-Oh vamos David pareces un crío ¡para!-Exclamó Violeta al reparar en que una miga de pan había llegado a su escote.
-¡Y David obtiene su nuevo record!-Exclamó levantando los brazos.
-David, estamos en un restaurante, para.
-Bueno ¿que querías decirme?
-No se como decírtelo, pero creo que últimamente discutimos demasiado y que esto ya no es lo que era.
-Ahh no, ya no, lo se y lo siento, pero es que me estoy tirando a la rubia maciza que trabaja conmigo.
-¡¿Perdón?!-Exclamó Violeta mientras gritaba ¡Hemos acabado! Y le dejaba solo en el restaurante con una cuenta que pagar.

Bueno pues otro menos pensó, se fue a casa ya sólo le quedaba hacer la compra de la semana.

Al llegar a casa se duchó y apunto en un papel todo lo que tenía que comprar. Cuando iba a salir de casa llamaron al teléfono.
-Violeta, soy Nick.
-Hola guapetón.-Dijo con voz sexy, ya que desde que acabaron su revolcón se llevaban mucho mejor.
-Llamaba porque quería verte, a parte tengo un par de cositas que quería usar contigo, ya sabes.
-Pasate a cenar si quieres, yo hago la cena y el resto de la noche lo dejo en tus manos.
-Estaré allí a las nueve, ponte sexy, aunque tu siempre lo estás.
-Besitos, luego nos vemos.

A Violeta se le puso una sonrisa en la cara, era lo único que en ese momento quería, una noche de sexo intenso con el semental de Nick. A veces se llamaban para hablar o simplemente para quedar para tener sesiones de sexo.

Violeta fue a comprar y compró algo más para poder hacer la cena para Nick. Cuando acabó de comprar eran las siete así que se puso a hacer la cena, cuando ya estaba todo preparado se cambió, tenía muy pensado lo que se iba a poner: sus tanguitas rosas de encaje que tanto adoraba Nick a conjunto con el sujetador y un vestido apretado que insinuaba que quería pasar directamente al postre, pero a la vez era elegante.

A las nueve menos diez llego Nick:
-Tan puntual como siempre, Nick.-Dijo Violeta con una sonrisa y le besó.
-Y tu tan sexy como siempre. Me encanta ese vestido.¿Cuál es el plan de hoy?
-Esta es la cena y creo que en la televisión echan Batman, como se que te gusta podemos verla mientras cenamos.
-Excelente, me encanta que me hagas mi plato favorito, lasaña de la perfecta cocinera, Violeta.-Dijo Nick mirando la lasaña con deseo y cogiendo a Violeta para besarla.
-Como en tu casa, amor.
La cena transcurrió sin novedades más que unos tocamientos por parte de Nick por debajo de la mesa a la pierna de Violeta.

Cuando acabaron de cenar se sentaron en el sofá para acabar de ver Batman. Cuando acabó la película Nick besó a Violeta apasionadamente y la tumbó en el sofá.

Se desnudaron el uno al otro y se fueron a la cama, Nick sacó las cosas que tenía que enseñarle a Violeta y se acabaron de desnudar. La noche transcurrio entre jadeos y gemidos por parte de ambos, al final cayeron rendidos.

A la mañana siguiente llamaron al timbre a las ocho y media:
-Oh, mierda...-Dijo Violeta mientras buscaba a tientas su ropa interior.
-Mmmmmm...-Susurro Nick.
-Tranquilo cariño, abro la puerta, quedate aqui.-Dijo Violeta y le besó.
-Pero yo quería otra sesión de tantas cosas como las que hicimos anoche.-Le sugirió Nick y la beso tumbandola encima de él. Volvieron a llamar al timbre.
-Nick... La puerta.
Violeta al abrir la puerta se llevó una sorpresa:
-Estela, estas costumbres de venir a despertarme no son buenas.
-¡¡¡Estela!!! Ibamos a echar uno matutino ¿te apuntas?-Exclamo Nick que acababa de salir del cuarto en calzoncillos.

Violeta había presentado a Estela y a Nick hace mucho tiempo uno de esos días en los que Violeta le enseñaba la ciudad y se tomaron un cafe los tres juntos.

-Nick...-Dijeron las dos al unísono tirandole cada una un cojín.
-Oh vamos, no os pongais guarrillas que era broma, ¿Cereales?.-Dijo Nick sacando tres boles y llenándolos de leche.
-Violeta, venía para proponerte algo y para ver que tal salió todo con David.-Explicó Estela mientras los tres se sentaban a la mesa de la cocina.
-No me habías contado que habías estado hablando con el idiota ese, Vio.
-Sí, hablé con él y me dijo que me había estado poniendo los cuernos, no se si era broma o verdad, pero le dejé, estoy harta de que sea tan infantil...No os podéis ni imaginar cómo se portó, pero estoy bien.
-Bueno pues si es así y es lo que quieres es lo mejor que has podido hacer.-La animó Estela cogiéndola de la mano.
-Y sabes que estamos aquí contigo para ayudarte y hacer que lo superes, bueno y para más cosas, ya sabes.-Dijo Nick acariciandole la mejilla.
-Exacto, venía a proponerte algo que te va a sentar genial, preparate.
-Dime.
-Un viaje a las islas Seychelles.
-¡¿Qué?! Oh ¿cómo lo has planeado?
-Conseguí el trabajo y me dijeron que tendría que viajar allí por negocios, lo hablé con Jake y dijo que fueramos juntas que él tiene trabajo que hacer.

Jake era el novio de Estela desde hace varios años y estaban viviendo juntos, planeaban casarse en unos meses.

-Es genial, ojalá pudiera ir con vosotras.-Dijo Nick con una sonrisa pícara.-Pero tengo cosas que hacer, como Jake.
-A mi me parece perfecto, pero tendré que pedir vacaciones en el trabajo e ir a una agencia a planear todo.
-No es necesario Vio, estos son los billetes de avión, fui ayer a la agencia y tengo todo planeado, ya me pagaras tu parte. Nos vamos este sabado.-Dijo Estela saltando de alegría.
-¿Cuánto estaremos?-Preguntó Violeta entusiasmada.
-Tres semanas.
-Voy a cambiarme para pedir vacaciones en el trabajo.
-Te esperamos.
-Mientras ¿Quieres hacer cosas?-Le sugirió Nick a Estela con una sonrisa picarona.
-Nick...Estoy prometida.
-Por intentarlo no se pierde nada y era broma. ¡Qué bien te sientan todos los pantalones Vio! Me encanta tu culo, estás...-Dijo Nick al ver salir a Violeta de la habitación.
-Gracias, tu ropa amor, tienes que irte a casa.


Nick se fue andando a su casa ya que le gustaba disfrutar de la brisa mañanera después de noches como aquellas con Violeta y esta llevó a Estela a su casa y se fue al trabajo donde pidió fiesta.

Otra nueva temporada

Como he estado de exámenes no he podido escribir nada por aquí pero hace unos meses empecé a escribir un relato que ahora ya esta acabado, así que como el otro mini libro iré subiendo por partes todo el relato.

Este es más corto y creo que más divertido, trata el amor y las amistades, creo que es mejor que el otro y más ameno así que o animo a leerlo, espero que os guste, hoy voy a subir la primera parte.