-Cereales. Oh vamos, donde estarán los cereales.-Violeta miró
el reloj sólo quedaba una hora para tener que empezar su infierno de día.
Sonó el timbre:
-Pero ¿Qué pasa ahora? ¿Estela que haces aquí?
-Nada solo venía a ver a mi mejor amiga ¿no puedo?
-Sabes que tengo que ir a trabajar en una hora.-Dijo
poniendose los pitillos y cogiendo las llaves a la vez.
-¿Buscabas esto?-Le dijo Estela mostrándole una caja de sus
cereales favoritos, su salvación.
-Oh, ¡Estela! Te quiero. Iba a salir a comprar una caja
¿Cómo sabías que faltaban?
-El otro día mientras discutías con David me comí tus
últimos cereales ¿Cómo acabo todo?-preguntó Estela preparándose un bol de leche
con cereales.
-Prepárame otro a mi ya que estas. Después de media hora
discutiendo me beso y me tiro a la cama...
-No me cuentes más ya se como acabó eso.-Dijo Estela con una
mueca de asco y poniendo los dos boles sobre la mesa.
-Lo único que quiero es que él, Paul y Nick salgan de mi
vida, me confunden entre los tres. Bueno Nick puede quedarse.
-¡Que tarde es!.-Exclamó Estela que tenía una entrevista de
trabajo en cinco minutos.
-Te llevo.
Subieron las dos en el mini de Violeta.
Paul era un compañero de trabajo de Violeta con el que tuvo
una historia en la pasada cena de trabajo y con el que no acabó bien, ella no
quería nada, pero él seguía insistiendo en quedar solos, Violeta siempre
buscaba una escusa o se llevaba a Estela a las citas.
Nick era un amigo de la familia al que tenía que enseñar la
ciudad, ya que era nuevo allí y sus tíos se lo habían pedido, él era unos tres
años mayor que ella, un día él se lanzó y sin saber cómo, acabaron en la cama
de Violeta desnudos, dormidos y sudando después de una hora de sexo.
David era un amigo al que le habían presentado con él que
tenía un algo raro, pero no paraban de discutir.
Ella no quería nada con ninguno de los tres, Nick era el que
más le gustaba, pero era amigo de la familia y no quería torcer nada, él
tampoco, así que decidieron ser amigos, nada más o algo parecido.
Ella quería cortar con David, ya que entre tanta discusión
cada vez estaba peor.
Después de dejar a Estela en su entrevista de trabajo leyó
su agenda sentada en el coche esperando que no hubiera llegado todavía ese día,
el día en el que había decidido dejar definitivamente a David.
A las diez entraba al trabajo y al entrar vió la silla de
Paul vacía, él siempre estaba allí antes que ella, preguntó, le dijeron que
había sido despedido y que pidió ella no intentará hablar con él, así que uno
menos, algo menos que zanjar por ella misma, eso le gustaba.
Eran las dos y había quedado a comer con David:
-Hola amor.
-¡Cariño! Pensaba que ya no llegabas.-Dijo Violeta ansiosa
por acabar esa comida ya.
-Me he retrasado, el jefe me ha mandado unas cosas extra.
-Ya he pedido lo de siempre. Quería hablarte de algo.
-Dispara.-Dijo David haciendo palanca con la cuchara para
tirar migas de pan
-Oh vamos David pareces un crío ¡para!-Exclamó Violeta al
reparar en que una miga de pan había llegado a su escote.
-¡Y David obtiene su nuevo record!-Exclamó levantando los
brazos.
-David, estamos en un restaurante, para.
-Bueno ¿que querías decirme?
-No se como decírtelo, pero creo que últimamente discutimos
demasiado y que esto ya no es lo que era.
-Ahh no, ya no, lo se y lo siento, pero es que me estoy tirando
a la rubia maciza que trabaja conmigo.
-¡¿Perdón?!-Exclamó Violeta mientras gritaba ¡Hemos acabado!
Y le dejaba solo en el restaurante con una cuenta que pagar.
Bueno pues otro menos pensó, se fue a casa ya sólo le
quedaba hacer la compra de la semana.
Al llegar a casa se duchó y apunto en un papel todo lo que
tenía que comprar. Cuando iba a salir de casa llamaron al teléfono.
-Violeta, soy Nick.
-Hola guapetón.-Dijo con voz sexy, ya que desde que acabaron
su revolcón se llevaban mucho mejor.
-Llamaba porque quería verte, a parte tengo un par de
cositas que quería usar contigo, ya sabes.
-Pasate a cenar si quieres, yo hago la cena y el resto de la
noche lo dejo en tus manos.
-Estaré allí a las nueve, ponte sexy, aunque tu siempre lo
estás.
-Besitos, luego nos vemos.
A Violeta se le puso una sonrisa en la cara, era lo único
que en ese momento quería, una noche de sexo intenso con el semental de Nick. A
veces se llamaban para hablar o simplemente para quedar para tener sesiones de
sexo.
Violeta fue a comprar y compró algo más para poder hacer la
cena para Nick. Cuando acabó de comprar eran las siete así que se puso a hacer
la cena, cuando ya estaba todo preparado se cambió, tenía muy pensado lo que se
iba a poner: sus tanguitas rosas de encaje que tanto adoraba Nick a conjunto
con el sujetador y un vestido apretado que insinuaba que quería pasar
directamente al postre, pero a la vez era elegante.
A las nueve menos diez llego Nick:
-Tan puntual como siempre, Nick.-Dijo Violeta con una
sonrisa y le besó.
-Y tu tan sexy como siempre. Me encanta ese vestido.¿Cuál es
el plan de hoy?
-Esta es la cena y creo que en la televisión echan Batman,
como se que te gusta podemos verla mientras cenamos.
-Excelente, me encanta que me hagas mi plato favorito,
lasaña de la perfecta cocinera, Violeta.-Dijo Nick mirando la lasaña con deseo
y cogiendo a Violeta para besarla.
-Como en tu casa, amor.
La cena transcurrió sin novedades más que unos tocamientos
por parte de Nick por debajo de la mesa a la pierna de Violeta.
Cuando acabaron de cenar se sentaron en el sofá para acabar
de ver Batman. Cuando acabó la película Nick besó a Violeta apasionadamente y
la tumbó en el sofá.
Se desnudaron el uno al otro y se fueron a la cama, Nick
sacó las cosas que tenía que enseñarle a Violeta y se acabaron de desnudar. La
noche transcurrio entre jadeos y gemidos por parte de ambos, al final cayeron
rendidos.
A la mañana siguiente llamaron al timbre a las ocho y media:
-Oh, mierda...-Dijo Violeta mientras buscaba a tientas su
ropa interior.
-Mmmmmm...-Susurro Nick.
-Tranquilo cariño, abro la puerta, quedate aqui.-Dijo
Violeta y le besó.
-Pero yo quería otra sesión de tantas cosas como las que
hicimos anoche.-Le sugirió Nick y la beso tumbandola encima de él. Volvieron a
llamar al timbre.
-Nick... La puerta.
Violeta al abrir la puerta se llevó una sorpresa:
-Estela, estas costumbres de venir a despertarme no son
buenas.
-¡¡¡Estela!!! Ibamos a echar uno matutino ¿te
apuntas?-Exclamo Nick que acababa de salir del cuarto en calzoncillos.
Violeta había presentado a Estela y a Nick hace mucho tiempo
uno de esos días en los que Violeta le enseñaba la ciudad y se tomaron un cafe
los tres juntos.
-Nick...-Dijeron las dos al unísono tirandole cada una un
cojín.
-Oh vamos, no os pongais guarrillas que era broma,
¿Cereales?.-Dijo Nick sacando tres boles y llenándolos de leche.
-Violeta, venía para proponerte algo y para ver que tal
salió todo con David.-Explicó Estela mientras los tres se sentaban a la mesa de
la cocina.
-No me habías contado que habías estado hablando con el
idiota ese, Vio.
-Sí, hablé con él y me dijo que me había estado poniendo los
cuernos, no se si era broma o verdad, pero le dejé, estoy harta de que sea tan
infantil...No os podéis ni imaginar cómo se portó, pero estoy bien.
-Bueno pues si es así y es lo que quieres es lo mejor que
has podido hacer.-La animó Estela cogiéndola de la mano.
-Y sabes que estamos aquí contigo para ayudarte y hacer que
lo superes, bueno y para más cosas, ya sabes.-Dijo Nick acariciandole la
mejilla.
-Exacto, venía a proponerte algo que te va a sentar genial,
preparate.
-Dime.
-Un viaje a las islas Seychelles.
-¡¿Qué?! Oh ¿cómo lo has planeado?
-Conseguí el trabajo y me dijeron que tendría que viajar
allí por negocios, lo hablé con Jake y dijo que fueramos juntas que él tiene
trabajo que hacer.
Jake era el novio de Estela desde hace varios años y estaban
viviendo juntos, planeaban casarse en unos meses.
-Es genial, ojalá pudiera ir con vosotras.-Dijo Nick con una
sonrisa pícara.-Pero tengo cosas que hacer, como Jake.
-A mi me parece perfecto, pero tendré que pedir vacaciones
en el trabajo e ir a una agencia a planear todo.
-No es necesario Vio, estos son los billetes de avión, fui
ayer a la agencia y tengo todo planeado, ya me pagaras tu parte. Nos vamos este
sabado.-Dijo Estela saltando de alegría.
-¿Cuánto estaremos?-Preguntó Violeta entusiasmada.
-Tres semanas.
-Voy a cambiarme para pedir vacaciones en el trabajo.
-Te esperamos.
-Mientras ¿Quieres hacer cosas?-Le sugirió Nick a Estela con
una sonrisa picarona.
-Nick...Estoy prometida.
-Por intentarlo no se pierde nada y era broma. ¡Qué bien te
sientan todos los pantalones Vio! Me encanta tu culo, estás...-Dijo Nick al ver
salir a Violeta de la habitación.
-Gracias, tu ropa amor, tienes que irte a casa.
Nick se fue andando a su casa ya que le gustaba disfrutar de
la brisa mañanera después de noches como aquellas con Violeta y esta llevó a
Estela a su casa y se fue al trabajo donde pidió fiesta.
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