Siempre pretenden que hagas lo que todos hacen.
Igual para mi personalidad ha intervenido lo que mis padres esperan de mi, lo que cada padre piensa que sus hijos hacen cuando salen con los amigos. La diferencia es que mientras los demás mienten a sus padres o les dicen la verdad y dejan que se mueran de preocupación yo hago lo que unos padres esperan de sus hijos.
Lo que aun choca mas es que a aquellos que mienten sobre en que invierten su tiempo libre les creen y a mi no. ¿Por qué? Porque una vez probé a ser como los demás, nada salió bien y cuando digo nada es nada, es como si estuviera escrito que yo soy diferente.
Me fastidia ser juzgada por no hacer lo que todo el mundo hace, por no ir donde va Vicente, por no seguir ni unos modelos ni unos cánones que se esperan de los jóvenes.
Yo juzgo a los demás por ir en masa, por ser todos iguales, solo les doy lo que se merecen, si ellos me juzgan, yo les juzgo. Los gilipollas que siempre te critican por todo y sobretodo porque no haces lo que la gente hace, esos gilipollas son los adorados por todos, y odiados por mi claramente, encima si les dices que paren de juzgarte y criticarte no lo asumen, se hacen los locos. Por esto he pasado millones de veces en la vida, se podría decir que estos hechos han estado siempre presentes en mi vida.
Ver que gilipollas así estropearon mi infancia me duele, me duele en el alma. Porque cuando eres pequeño no te valoras tanto como deberías, igual cuando creces sigues sin hacerlo pero ya te valoras un poco más, tienes más fuerza para afrontar las críticas y detectar a los gilipollas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario